Diario de León

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A veces se confunde la melancolía con la añoranza ( recordar con pena la ausencia o pérdida de alguien o algo muy querido ) o la nostalgia ( tristeza mezclada con placer y afecto ), pero la melancolía es más ( tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que hace que quien la padece no encuentre gusto ni diversión en nada) . Con este vapor nublando el ánimo encara no poca gente el alboroto navideño que, lejos de alejarles su roer con chorreo de luces y matraquería musical, se lo acentúan. Cuanto más haya perdido uno, cuanta más gente falte a la mesa, cuanto más se anuncie y zambombee la mercadería en advientos de sesenta días ya, más hueca viene la Navidad como cencerra con badajo de trapo. Y la felicidad que venden teles y escaparates se hace bulo que nos viste la alegría con ridículos disfraces. ¿Qué celebráis exactamente?, nos preguntó Sócrates.

Pues celebramos la infancia, la única y bella mentira de la que no somos culpables; y también la risa que nos nace del no llorar, le dijo toda ufana Mariaje «Malaje», vieja alumna suya que nos ilumina el corrillo en nieblas tras llegar de los Madriles a navidear con la familia. Y como iba dicharachera citó a no sé quien: « Cuando eres feliz, disfrutas la música, pero cuando estás triste, entiendes la letra », tarareando acto seguido lo de « la Nochebuena se viene, la Nochebuena se va, y nosotros nos iremos y no volveremos más », ¡hala!, y resonadme con alegría los cánticos de mi tierra... ¡Coñó, Mariaje, que íbamos en serio con la melancolía! Pues entonces, alegó, ¡bon jour, mélancolie!, que para Victor Hugo era « la felicidad de estar triste» ; elegante el tío; aunque « el melancólico tiene la cara de Dios cuando nos mira », que dijo también Pisabarro... ¡que le den!...

Pero ¡cómo no estar melancólicos -terció Peláez- viendo que España se ha convertido en un  «hospital de sordos que se mienten a gritos »! Miente el rico, miente el pobre, miente el docto, miente el papa... y de mentir nadie se escapa. ¿Acaso no es la Navidad una mentira escarchada?...

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