Y yo, gato

Por favor, que la Reencarnación no me ande con bromitas colocándome en una otra vida como futbolista, inspector de Hacienda, ingeniero cuántico o sacerdotisa en el Templo del Santo Potorro, no... no me ilusionan nada esos escalones evolutivos. Yo, de mayor, gato; y si no quedaran plazas, perrito faldero, que desde esa pequeñez siempre se alcanzan paisajes interesantes y, por lo general, un trato golosino, aunque a menudo pelmita o coñón. Lo digo tras leer en varios medios artículos de títulos magnéticos: «Imprescindibles: Ideas de regalos para perros y gatos en Navidad y Reyes Magos»... ¡ahivalaórdiga, navidades regaladas para mascotas! Abramos una tienda. Desatendida la familia, atendamos entonces al anim alito que ya lo es, pero sin ser cuñado listo o traficanta de dimes y diretes, mascota como personita obsequiada, ternura de pelo cardado, cariñito mío, cachorrito de pesebre y portalín. Regalitos. Y de aperitivo, hueso de jamón cincojotas para el gran danés que caga cuadrao y ladra en cúbico.

En esos artículos se procede a relatar mútiples regalos: ositos de peluche, dormideros acolchados, huesos de goma con paté dentro, un minisofá... aunque me cautivó lo de «regalarle al gato un árbol rascador de diferentes alturas, que incluya casetas de descanso, bolas colgantes con las que jugar y zonas con cuerda de sisal en las que puedan afilarse las uñas. Las hamacas son también una excelente opción porque les permite tener una vista privilegiada, ya sea del exterior, si se colocan sobre la ventana (con unas ventosas) para que puedan ver la calle; o del interior, si se cuelgan del techo con vistas a todo el salón-comedor». Y concluyen que hay que prepararles para que no extrañen a la gente que nos visite estos días o que hay que «dedicarles además tiempo de calidad para que se sientan acompañados y estimulados, lo que contribuirá a su bienestar y descanso. Por eso, y como miembros de la familia, podemos hacerles un regalo navideño que nos ayude a cumplir con ese propósito» (palabra del dios que tiene templos en clínicas veterinarias y tiendas del ramo). Tilín-tilín.