Editorial | La pandemia sigue en los despachos

La cuestionada gestión del covid parece que no ha enseñado nada a las instituciones españolas. La flagrante falta de coordinación, con auténticas batallas entre administraciones, rozó el bochorno en muchos momentos. La incapacidad para idear una acción más o menos coordinada fue evidente. Quizá incluso costó alguna que otra vida al complicar la atención a los enfermos o al favorecer errores en las decisiones de los ciudadanos, tanto en materia de prevención como al tener que afrontar un contagio. Ahora llega de nuevo, frente al grave brote de enfermedades respiratorias, un guion equiparable. Desde hace semanas se sufre el incremento exponencial de casos con una grave presión hospitalaria. Pero en el Ministerio de Sanidad había ‘vacaciones’ hasta ayer, fecha en la que convocó la primera reunión. Con autonomías que incluso ya habían decretado la mascarilla obligatoria. Volvemos a la ceremonia de la confusión de los ‘reinos de taifas’.