La más lista

A ver, ¿estás sentado?... lo digo porque hay noticias que no pueden recibirse de pie por meternos un hormiguillo a las patas que las hace garabato derrumbándonos la figura. Dice el titular: El Fondo Monetario Internacional advierte que la Inteligencia Artificial afectará al 40% de los empleos y empeorará la desigualdad social. Es decir, lo asegura el timón de las economías. Algo sabrá. Algo temerá ese cancerbero del dinero. Y algo estará urdiendo al respecto que quizá nunca sabremos. Aunque tampoco es nada nuevo lo que dice. Similares sacudidas vinieron con cada revolución industrial/comercial habida. Y al coste lo llamaron progreso para no llamar la atención. En el siglo XV la imprenta dejó en la puta calle a miles y miles de copistas, pendolistas y miniadores que llevaban muchos siglos teniendo ahí su pan. Y al inventarse el motor de vapor, eléctrico o a gasofa se sembró paro amiseriando al pueblo, pero prometió a algunos meteóricas carreras de magnate con opulentas fortunas, esa gente triunfadora que siempre admiró la prensa, ensalzó el cine y es envidiada en cada salita con tele.

Ocurre, sin embargo, que en esta de la Inteligencia Artificial van juntas todas las revoluciones anteriores multiplicadas por la velocidad cuántica que pilla este invento. Aun estando todavía en balbuceos, ya nos flipa, ya nos acojona y ya nos amenaza. Pero también promete cosas bien guapas. Aunque, si unen esa inteligencia prodigiosa a tecnologías armamentísticas o farmacéuticas, por ejemplo, veremos lo inconcebible... y lo aberrante. Y claro que habrá terremoto en todo ámbito laboral: al carajo consultores, ingenieros, publicistas, abogados, creativos, contables, médicos, bancarios... y cuando los robots se adueñen de manufacturas, agriculturas o tiendas, ¡a la mierda, albañiles, se acabó la masa!... No es buen horizonte, no; cambiarán no pocas cosas, habrá nuevas industrias, nuevos campos y estrategias, mucho dinero de aquí pallá... y el que lo pille al vuelo, ¡nuevo rico!... En fin, lo dicho, nada nuevo. Nada. Pero esta vez el cerro de víctimas será pilón... y te vas a cagar de miedo.