Editorial | Camino opuesto a la transparencia
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de León parece que ha elegido la ruta contraria a la que impone la lógica democrática. Son reiteradas las iniciativas para intentar liberarse las manos de unas fórmulas de trabajo que han sido diseñadas precisamente para que en las instituciones se actúe con rigor, transparencia y control. Ahora, el alcalde José Antonio Diez —tras el revolcón sufrido en la operación para colar un súper coordinador de emergencias— busca suprimir requisitos para firmar contratos con mayor discrecionalidad. Cuando la sociedad más reclama limpieza con luz y taquígrafos, el gobierno municipal leonés intenta eliminar requisitos que existen en la actualidad para ese control, y que también sirven para permitir el acceso de las empresas a los contratos sin que se decidan ‘a dedo’.