Con candil todavía

En 1983, anteayer, quedaban todavía pueblos en León a los que no había llegado la luz, alguno a sólo tres leguas de esta capital de las farolas. Suena hoy a leyenda, ¡no conocían la electricidad ni su favor! Asombra aún más que uno de ellos fuera Burbia , capital sentimental de mis Ancares leoneses, título que le dimos cuando ese mismo año recorría sus calles con Chema Sarmiento y su equipo para fijar localizaciones de la película que comenzaría a rodarse al poco, «El filandón», ya sabes. Al caer la tarde, y repostando en una cantina, comprobamos que, sin corriente alterna hasta 1985, la única luz para alumbrar el sitio eran uno o dos campingás, butano luminoso. Y así todo el pueblo, donde muchos candiles de sebo no estarían aún jubilados, aun siendo pueblón de mucha vecindad, ahora tan diezmada porque por esos montes sí que muerde la despoblación a dentelladas, muy loba ella.

Fue, ya te dije, aquel día que metí en el callejeo a mi Silván de Perrera que, en estas, se coló a golisquear en un corral de murete derrotado, oyéndose al instante un alboroto de gallinas con cacareos de guerra persiguiendo enloquecidas al pobre perro que por patas huía calle abajo con pavor y a toda leche provocando a su paso las risitas de urraca floja de las cinco mujeres que lavaban ropa en la reguera haciéndose cruces con el fenómeno: ¡gallinas persiguiendo a un perro!... ¡qué vergüenza, Silvanín!... pero jamás eso tuyo te me humillaría: tu rareza, tu grandeza.

Volví después a Burbia varias veces con fervor tras bautizarme celebrando con aquella mocedad una inolvidable Luna de Maranfallo , la más llena, la de enero (la de hoy), arcaica zafarronada de invierno con mucho que contar. Conocí gente que hoy dicen emprendedora que pusieron en marcha hasta una casa rural y afanes para tallarse un futuro... ¡en aquel fondo de saco que a casi todos cae lejos!... Hace ya algunos años que no he vuelto por allí. ¿Añoraré la Burbia de cuando no tenía luz, pero sí población esforzada, cierto sentido comunal y fiesta de fuego en el cuerpo?... Mandadme algún eco, amigos.