Editorial | ‘Puente’ entre los corredores ferroviarios
La frase «estos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros» se adjudica de manera tradicional a Groucho Marx. Pero curiosamente no se encuentra ningún rastro sobre esa autoría hasta 1983. Cada vez se usa con más frecuencia, quizá por ser un buen reflejo de esa inmediatez en la que navega ahora la política, con discursos cambiantes. Especialmente cuando se pasa de la oposición al poder. El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha saltado en poco tiempo de la Alcaldía de Valladolid a la bancada contraria y de ahí al despacho del departamento más inversor, del que dependen las instituciones. Ayer se estrenó en el Parlamento reclamando la equiparación de los corredores ferroviarios Mediterráneo y Atlántico. Su partido lleva años diciendo que era una falacia el desequilibrio. Resulta interesante el cambio. Pero queda la duda sobre si ese Atlántico es real y al completo. O surgirán nuevos territorios privilegiados, con ese polémico eje central con epicentro en Medina del Campo que tanto empuje acapara como denuncian también Asturias o Galicia.