Editorial | Nunca fue tan fácil activar un ferrocarril
Algo ha cambiado en la sociedad española en los últimos años, fruto de los abusos flagrantes que se han cometido para privilegiar a unos pocos. El conflicto viene de lejos. Ya se aplicaba la misma receta en la dictadura franquista: otorgar todo tipo de prebendas para intentar contentar a esos que siempre acaban por mostrar que son insaciables. En ese contexto hay que entender los gestos de hartazgo desde toda la España perjudicada. El paso dado por el socialista Page, junto a otras autonomías del sur, es un ejemplo que coincide en el tiempo con la reclamación de que se reabra el tren de la Vía de la Plata. Seguramente no se habría producido tanto retroceso en las provincias afectadas si hubiesen contado con una infraestructura que fuese actualizándose periódicamente. Ahora se vuelve a los estudios de viabilidad, pero esos requiebros políticos ya no cuelan. Hacer una vía nueva requiere mucho tiempo, empezando por la necesidad de conseguir los terrenos. Entre Astorga y Plasencia están disponibles para que arranque la reconstrucción en cuanto se quiera.