EE UU impone respeto
L as milicias proiraníes han cruzado una línea roja al atacar a tropas norteamericanas en Jordania y causar la muerte de tres soldados. La respuesta de Washington contra más de 80 objetivos iraníes en Irak y Siria ha sido contundente, con el objetivo de imponer respeto en el marco de evitar la extensión del conflicto. Por eso, el ataque no ha sido directo contra objetivos en Irán. El foco se pone en el ataque norteamericano mientras habría que plantearse qué hacen en esos países tropas iraníes.
Es clave el apoyo de EE UU a Israel en Gaza y con el objetivo de liquidar a los grupos proiraníes. El riesgo de una extensión de los enfrentamientos bélicos crece cada día. Las consecuencias serían imprevisibles. Pero llega un momento en el que la prudencia no puede confundirse con debilidad y pérdida de respeto y credibilidad.
Con la muerte de tres soldados norteamericanos en Jordania Irán pretende la extensión del conflicto y la implicación más directa todavía de Washington. Detrás está Irán, que mueve los hilos, y la Rusia de Putin, que con una inversión calculada está logrando beneficios valiosos. Una explosión generalizada de la violencia en Oriente Medio haría subir el precio del petróleo y asestar un duro golpe a las economías occidentales. Es la gran baza de los ayatolas y sus milicias terroristas.
En su estrategia de controlar la expansión del conflicto y lanzar una advertencia a Netanyahu, Biden, en campaña electoral, ha anunciado sanciones contra cuatro colonos israelíes por sus acciones violentas contra palestinos en Cisjordania. La vida de más de 120 rehenes israelíes secuestrados por Hamás está en juego. Lo que debe quedar claro es que Irán y sus milicias no pueden actuar impunemente, ni atacar a Israel ni a Estados Unidos ni a nadie ni condicionar el comercio internacional. Para salvaguardar la seguridad y la estabilidad, hay que actuar con eficacia y operatividad para anular esas amenazas.