Galicia: Más de lo mismo
S olo las encuestas del instituto público de sondeos CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) anuncian una suma de votos de la izquierda (la nacionalista y la otra) capaz de lograr mayoría absoluta y, por tanto, acabar con el larguísimo reinado del PP en Galicia.
Con todos los respetos para mi amigo, José Félix Tezanos, no hay razones objetivas serias que sugieran una alteración sustancial en la vigente relación de fuerzas en las urnas del domingo 18 de febrero. El único fenómeno relevante podría ser el engorde de la izquierda nacionalista (BNG) a costa de la fracturada izquierda no nacionalista (PSOE, Sumar y Podemos).
Eso además cursará como argumento suplementario a favor de una nueva mayoría absoluta del PP: al menos 38 escaños (ahora tiene 42), a sabiendas de que el partido de Feijóo, personalizado en Galicia por el candidato a la Xunta, Alfonso Rueda, no presenta desperfectos en la imagen de partido que juega en casa desde hace más de treinta años, salvo un paréntesis de bipartito BNG-PSOE entre 2005 y 2009.
Los datos son contundentes. Nada invita racionalmente a suponer que el 18 de febrero va a modificar el persistente tablero de la política gallega. Entre otras cosas, porque el umbral de acceso al Parlamento es del 5%. Un listón demasiado para cualquier partido que no sea el PP, el BNG y el PSOE. Y también la endémica división de la izquierda juega a favor de una Galicia con más de lo mismo a partir del 18 de febrero.
Cualquiera que conozca mínimamente los estados de opinión pública en esta Comunidad sabe que no simpatiza con las aventuras que en estos momentos (alineamiento con el independentismo) comprometen a la izquierda gallega a través de sus referentes nacionales (Sánchez, Yolanda Díaz y Ione Belarra, así como el único diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego).
Por tanto, se equivoca la izquierda gallega si quiere tumbar al PP apelando a las concesiones de Sánchez al independentismo o a la ola reconciliadora que va a llenar de gozo a todos los españoles porque, por fin, se va a recuperar la concordia en Cataluña gracias a la venidera amnistía que se está tramitando en el Congreso.
La verdad es que las elecciones gallegas van a ser la primera ocasión que se ofrece a los gallegos y gallegas de valorar a un PSOE distinto al que muchos de esos gallegos votaron en las elecciones generales del 23 de julio.
Ya se que ahora se trata de elecciones autonómicas, pero el PSOE gallego no deja de ser el PSOE que los votantes tienen más a mano para decirle que se han sentido engañados por una antes nunca declarada intención de amnistiar a los golpistas de 2017 en Cataluña.