Ingenuo sabugo
M aravilla y asombra la insensatez de tantos árboles que estuvieron días atrás esporpollándose en brote y flor. ¡Eh, rapaces de lo vegetal, que era febrero, ahora ya marzo, y en León las heladas se rifaron siempre hasta san Miguel, que por mayo cae!... ¿Cuándo se vieron en febrero flores en las ramas siendo esta tierra de escaso almendro madrugador?... ¿a qué tanta prisa?, ¿no aprendieron?, ¿no tienen memoria?... ¡Mucha!, la inteligencia vegetal es prodigiosa y por eso los árboles son los más longevos entre todos los seres vivos de este planeta. ¿Será que les han cambiado el guión y cosas así no las tienen vistas ni registradas?...
Cayó nieve. Algo tardía. Y pronto se irá. Pero nunca es tarde. ¡Invierno raro!, el más cálido de los que se tiene cuenta. Y al ciruelo que madruga, ¿quién le ayuda? Primavera adelantada, fruta malograda. Marzo debería ser ventoso, pero ya le está robando lluvias al viejo «abril, aguas mil», esas mil que hoy se quedan en ciento y pico (este año vendrá abril más fresco de lo normal y seco, sólo se esperan 4 o 6 días de lluvia). ¿Quién quiere seguir negando que el clima anda aloriado, que cambia normas, que entontece o enlobece?...
Presos de solar entre las viejas Cercas y Barahona, veo desde mi ventana, varios sabugos o saúcos (sabugueiros en berciano) que desde hace dos semanas también andan entre lo ingenuo y lo insensato echando brotes. Nunca vi tal en los quince años que llevo observándolos. Se ve que ahora les gobierna lo templado y no el calendario. Mal irán con tanta fe cándida, pues han de esperarse nuevos hielos y hasta « la nevadona de abril », tan fiel en la memoria y refranes de esta montaña. De siempre se dijo aquí que « al invierno no se lo come el lobo », aunque como ahora hay más lobos que nunca y el clima anda así de tolili, a lo peor no tienen más remedio que zampárselo, ¡a falta de oveja o pan!... ¿o habrán sido los osos, también población creciente, ya que pasan de hibernar en estas montañas soleadas teniendo contenedores cerca?... En todo caso, estas novedades del clima invitan a mirar adelante con inquietud.