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'Nosotras’ es un colectivo leonés, una extraordinaria rareza en el panorama de las artes de la provincia, que sostienen nueve creadoras desde hace más de tres lustros. Nueve mujeres que soñaron con ser artistas en un tiempo en que el arte era un coto de unos pocos dioses y la cultura un lugar difícil para vivir. Nosotras acaba de inaugurar su novena exposición en El Albéitar. ‘Apariencias’ es el hilo conductor de esta muestra que desemboca en cuestiones tan de actualidad como la IA en un divertido e inquietante juego de rejuvenecimiento en el que la imagen de las artistas es filtrada por la maquinaria de los datos y expuesta en cajas de luz. Un trasunto del tiempo que vivimos peligrosamente, sobre el que plantean cuestiones éticas y oportunidades de transformación.

Las artistas, muy distintas entre sí, despliegan su universo personal con diferentes herramientas creativas: pintura, fotografía, instalaciones, grabado... Tras compartir su novena se me antoja que Nosotras somos todas las que queremos estar en la paleta de colores para avanzar, y no a ciegas. Desde la diferencia y con la misma resiliencia que ‘Nosotras’. Nosotras son las mujeres que tomaron las calles, calles y plazas que apenas nombran a las mujeres, desde distintas formas de impulsar la larga marcha por la igualdad. Nosotras, cuidadoras que no pueden salir a las calles porque no tienen quien las releve. Nosotras, las precarias profesionales de los cuidados del mundo rural. Nosotras, las víctimas de violencias machistas, las que denuncian y las que necesitan más apoyo social para dar el paso. Nosotras, las mujeres que son violadas en África y mueren de sida tras parir a sus criaturas, a las que Pilar Fornes rinde tributo y memoria en su obra Mariposas azules. Nosotras, las mujeres apaleadas por no llevar bien el velo. Nosotras, las migrantes que arrancan las fresas que comemos y a las que les arrebatan la dignidad. Nosotras, las mujeres acosadas, ninguneadas y apartadas en su carrera profesional. Nosotras, las mujeres que alimentan a la tribu y caminan kilómetros para sacar agua del pozo. Nosotras, las palestinas que mueren abrazadas a sus hijos e hijas y las que resisten bajo el estertor de las bombas y el hambre. Nosotras, las ucranias cansadas de una guerra sin fin y sin sentido de la que solo se lucran los magnates de las armas. Nosotras somos las que salimos a las calles para pedir que paren las guerras. Nosotras, pioneras que han abierto caminos, a veces por la necedad del patriarcado. Nosotras, las que caminan con hombres aliados. Nosotras, las abolicionistas que saben que detrás de la prostitución no se defiende la libertad de ninguna mujer, sino el derecho de los hombres a ser puteros y el privilegio de violar pagando. Nosotras, las mujeres lesbianas, bisexuales, trans o intersexuales. Nosotras, las feministas que tenemos a nuestras espaldas 300 años de lucha, las que pintamos otros mundos posibles y una nueva ciudad de las damas. A nosotras nos quieren reducir a una división interesada, porque saben que bailaremos sobre la tumba del patriarcado.