Año bellaco este
Fatales augurios barrunta el pueblo desde hace siglos si la Pascua cae en marzo. Es el caso: Pascua marzal , marcial . Pascuas marciales, hambres y mortandades , me decía Laurita. Pascues marciales, guerres, pestes y mortandaes o Pascues marcelinas, fame canina, dícese n’Asturies. Pâques en mars, tombes de toutes parts , se oye en Francia. Paschoa em Março, ou fome ou mortaço , teme el portugués. En fin, Pascuas en marzo, año bellaco . Que 2024 sea además bisiesto reboza el vaticinio. Y las malas noticias se ponen en fila... saludándonos: «Voy tirarvos un pepinazu nuclear que vos va alisar el pubis», dice Putin en cazurrés. Lo de Gaza no acabará en muchos meses. Finlandia, Estonia y Letonia se ven ya como Ucranias a invadir. Y China, tentada aún más a hacerlo en Taiwán. Estragos de inundación en el sur asiático. La industria armamentística, orgasmo planetario. El invierno más recalentado de la historia anuncia pertinaz sequía y el catalán sin agua se inflará a gaseosas. Los moros toman nota de la masacre de Moscú e instauran la Fiesta del Horror por allí, por aquí y por Alá. La pena del papón se le hace chaparrón, su tamborrada invita al trueno y el Cielo anda eternamente enojado por la falta de «vera fe» y su carnavalito bendito. El cáncer coronado vacía Buckingham y hasta una buscona puede ser reina. La Virgen de los Esparabanes, reina y madre del pueblo leonés, patroneará la quejumbre cazurra que da patadas a la pared. San Juan bajará el dedo como no lo hizo en dos mil años, ¡madremía, cuánta licencia dará! Un cerro de migrantes muertos impide ver horizontes. La Ayuso en pucheritos, el Feijóo voxeando y Sánchez a cascársela. El estreptococo más feo arranca en Japón y se pide pandemia. De nuevo Puigdemont se la mete doblada a España, cuyo esfínter ya es arco triunfal. Carestía alimentaria, pelotazo para unos y hambre para los mismos... ¡Pascua marzal!, la pascua nos hace. Y lo malo de ayer tiene un hermano, se llama Peor. Pero ¡a la mierda supersticiones! , todas estas noticias se repetirán el próximo año, que ni es bisiesto ni su Pascua será marceña.