La libertad, al carajo
Se equivocaban quienes creían que a Pedro Sánchez se le había llamado ya de todo: Isabel Díaz Ayuso acaba de llamarle «peronista». Lo ha hecho en defensa de Javier Milei, y eso es lo peor que, a tenor de las circunstancias, se le ha ocurrido llamarle. De paso, ha pedido disculpas al presidente argentino. ¿Es que le había hecho algo Ayuso a Milei? No, es que ella es España, la España fetén, la España de la libertad-carajo, y se ha sentido en la necesidad de desfacer el entuerto causado por un ministro del gobierno de la anti-España, de ese que, además de bildu-etarra-bolivariano-de la mentira, está presidido nada más y nada menos que por un «peronista».
A lo de Ayuso, sin embargo, no habría que darle mayor importancia, pues ella es así y necesita, en su afán de perfeccionamiento constante, superarse a sí misma a la menor oportunidad, o sin oportunidad ninguna, pero a lo de Feijóo si que habría que dársela, a menos que haya decidido ser definitivamente así también. Que haya ignorado, que es una manera de justificar, la escandalosa nota de la Casa Rosada contra el Gobierno de España, redactada en términos de alocada e inaceptable injerencia en los asuntos internos de nuestro país, es para darle la importancia que tiene, que no es poca tratándose de alguien que, siendo español, aspira a presidir algún día el Gobierno de España precisamente.
Que el comentario sobre Milei del ministro Óscar Puente en un acto de su partido pudiera no haber sido muy afortunado, pues hoy en día se graba y se filma todo y lo dicho ha podido molestar al personaje que clona perros, pase, pero que a esa alusión al ciudadano Javier Milei responda su gobierno atacando al de una nación extranjera, no puede pasar, como bien expresa en su comunicado de rechazo nuestro ministerio de Exteriores. Milei, como supuesto ofendido, estaba en su derecho de replicar a Óscar Puente, y preferiblemente en X, donde ambos se manejan estupendamente. Y ya, hasta ahí.
Por lo demás, aquí aún existe algo parecido a la libertad de expresión, lo cual pudiera ser incomprensible para quien acaba de desmantelar la agencia estatal argentina de noticias, pero ello no justificaría, ni es admisible, esa respuesta que parece redactada por Vox y que a nuestra Ayuso le ha gustado tanto, carajo.