El tiempo huye
Han pasado ya diez años de un acontecimiento trágico que dejó a los leoneses y al mundo impactados. El asesinato de Isabel Carrasco, realizado en una pasarela que cruza el río Bernesga, traspasó todas las fronteras de la comunicación. Tal y como se sucedían los hechos parecía más un relato sacado de un cuento de ficción que de la propia realidad. A la vez, se daba un hecho excepcional que era un crimen organizado y ejecutado por mujeres.
Sorprende cómo llegaron a concentrar tanto odio y tanto resentimiento en sus mentes, como para organizar un plan de asesinato contra Isabel. Según Montserrat González lo que hizo fue justificado. Como peligraba la vida de su hija tuvo que apretar el gatillo. Por lo que no estaba arrepentida y lo volvería a hacer otra vez. Impactó que durante el juicio nunca negó el crimen. Decía que: Es ella o mi hija. Y, Triana Martínez reclamaba su plaza de trabajo porque estaba convencida de que le pertenecía y no podía entender que se la hubieran quitado. Se expresaba como cuando a una niña le quitan un juguete. Estas declaraciones en el juicio sorprendieron muchísimo. Aunque podía deducirse que formaban parte de la puesta en escena de su defensa.
En el caso de Raquel Gago, aún, se desconocen cuales fueron los motivos —si los hubo— que la llevaron a colaborar en este asesinato. Ella fue también juzgada y condenada por su participación en los hechos. Pero en el juicio fue considerada por los asistentes más como una víctima circunstancial que culpable. Claro, que los que la juzgaron no pensaban lo mismo. Tras el juicio, Montserrat González fue condenada a 22 años de prisión; Triana Martínez a 20 años; y Raquel Gago a 14 años.
De todas las pruebas que se presentaron en el juicio, me llamó la atención que algunas no fueran valoradas ni investigadas por la policía. Como las llamadas efectuadas al móvil de Triana, realizadas momentos antes del crimen. También pienso que existieron fallos en la investigación llevada por los policías de Burgos. Creo que la utilización de estos datos, hubiera sido significativa para esclarecer mejor los hechos y para la mejor aplicación de las sentencias.
En la actualidad, Montserrat González y Triana Martínez siguen en la prisión de Villabona (Asturias). Raquel Gago ya está fuera, y cumplirá la pena restante en su domicilio. Se encuentra en régimen abierto o tercer grado con pulsera telemática. Esta controla los horarios de entrada y salida a su domicilio en los tiempos previstos.
*María Getino Canseco, Dra. en Antropología. Profesora emérita de la Universidad Central de Barcelona (UCB)