El algoritmo del voto
Uno de tantos legados de auténtico lujo que debemos a los padres de la Transición es el sistema tan blindado de las elecciones en España. Si no, a estas alturas estaríamos todos los días pidiendo el VAR con constantes fangos salpicando acusaciones de fraude.
Pero sí existe un cierto engaño promovido desde los partidos cuando nos animan a coger las papeletas. Enfocan o desenfocan las cosas según les vaya la feria. Hemos visto incluso a algún alcalde escondiendo el escudo de su partido para descontagiarse cuando soplaban vientos negativos desde Madrid. Unas veces usan su trompetería de argumentarios y medios afines para decirnos que lo importante es votar alcaldes, otras para aclarar que ahora o nunca se puede derribar un gobierno o incluso para ofuscarnos con que si no acertamos con la papela correcta llegarán resurrecciones de esas momias que tanto gusta exhibir, aquí y en plaza Roja de Moscú.
Ahora, en juego, está el gobierno más poderoso sobre nuestras vidas. El que desde Bruselas impone normas y vigila que los ejecutivos nacionales no se desvíen de lo que pactan entre todos. Al que intentan engañar pero acaba sacando a flote los asuntos más pronto que tarde, como esos peajes para las autovías que nos llegarán, sí o sí, salvo que se facilite otra penalización igual de grave a los ciudadanos para pagar los excesos de gasto de nuestros gobernantes.
Es curioso, y quizá penoso, que los únicos que nos dicen la verdad en estos momentos son los de Vox. Sin duda por irles la vida en ello. Se afanan por poner de relieve que Europa la gobiernan los amigos de los del PP gracias al respaldo de los afines a los del PSOE. Si las cosas se cumplen según lo previsto puede llegar un nuevo pacto más alejado de todo lo que suene a la herencia rusa. Eso votamos y decidimos el 9-J. Mientras, aquí nos venden en esta campaña ‘polvillo’ para amasar más lodos.
Los laboratorios de ideas tienen claro cómo lanzar el algoritmo del voto de sus partidarios. En eso están, en hacer brindis al graderío afín. Pero sin explicarnos qué se vota. En Bruselas, como en tantas instituciones españolas, animar el rompecabezas de siglas sería dañino. Durante 70 años se ha mantenido un acuerdo impensable en España entre conservadores y socialistas. El pilar de la construcción europea. Y eso que en cada grupo hay un ‘animal de cada especie’ según las realidades nacionales. El 9-J el algoritmo de cada voto es extensísimo...