Diario de León
Publicado por
CORNADA DE LOBO GARCÍA TRAPIELLO

Creado:

Actualizado:

En:

M ayos como este recuerdo pocos, tan regaditos. Esto me anima. Y más a quien sembró surco. Esta vez, doble de grano, eso dicen. Y pasto. Qué mayo. Hasta en la broza de bordillo crece algo. En campo abierto, el verde manda ahora y a menudo se ruboriza de verse guapo. Y si hay árboles, ofrecen ya una sombra que habría que pagar. Agüita de mayo. Esta tierra, doctorada en caprichos climáticos y rigores, sabe salir adelante si la riegan los elementos del cielo (o los elementos de la Confederación, que montan tanto). Agua viene, flores van. Agua va, surcos preñan. Y entonces León, este campo y estos montes que descuidamos o igual nos da, confirma algo antiguo: De vez en cuando seguirá viniendo un mayo borracho dándose licencia para exagerar, lo propio del buen borracho. Y un verde cobertor a cada lado del camino emborrachará de esperanza estos días a quien cruce páramos, riberas, mesetas o montañas. El paisaje grita de lejos y el verdor se abraza a las ventanillas. Hay que verlo, es de ver.

En tierras olvidadas o pobres la borrachera es incluso chuleta en su humildad y te pinta estos días una ladera de amarillo, una campa árida de nazareno y el feo arcén de un rojo amapola que ni la tía Astor logra imitar. Y en esos páramos crecen dos de las veinte orquídeas menuditas que aquí se dan sin que nadie las plante. Hace ya unos años que voy a verlas por ahora. Crece su número. Nunca defraudan, ni en las primaveras secas que obligan a contenerse o agazaparse, eso que ordena León. Suelo cortar media docena y las pongo en un vaso en mi mesa. Es de no creer lo que duran, aun muriendo degolladas, ahogadas en agua estancada y sin ver sol, sólo luz de ventanal y flexo. Resisten sin restarse belleza. Abren a su ritmo hasta la última flor y no pocas dan su semilla, meta cumplida. Así veinte días o más. Quiero pensar que algo agradecidas; en este vaso crecen el doble que a la intemperie. Pero ayer me vi como el criminal que las degüella y ahoga. No sé. Les he pedido perdón, pero me piden jurar no volver a degollarlas y ahogarlas.... ¿lo hago?...

tracking