La RAE no sabe de igualdad
No conozco a nadie que diga que «pasó por Bierzo», que «estuvo en Bierzo» o que «comió un botillo o cerezas en Bierzo». Existen documentos de allá por el año 1500 —siglos antes literalmente de que se crease la Real Academia de la Lengua— en los que se cita ya la expresión El Bierzo. Incluso muchos ponen El Vierzo. Durante años, quise entender que por economía de lenguaje se debía decir El Bierzo y también del Bierzo o al Bierzo, con la contracción. Pero parece que la Academia resucita el viejo criterio de Valentín García Yebra, que seguramente escribía que su pueblo eran Los Barrios —zona del municipio de Ponferrada— pero no le gustaba la mayúscula para el caso de El Bierzo.
El actual presidente del Consejo, Olegario Ramón, quizá por aquello de que sigue carente de competencias y de actividad, se le ocurrió meterse en un charco. Preguntó a la RAE qué debía hacer sobre el nombre del ente. Ese al que los ayuntamientos siguen negando la posibilidad de tener actividad entregándole asuntos como el agua o la basura, o tantos otros, para lograr una gestión coordinada y más eficiente.
La Academia ha respondido que Olegario preside el Consejo Comarcal del Bierzo. Y no el Consejo Comarcal de El Bierzo, como dice su ley, como figura en todo tipo de rótulos y como la denominaba el anterior presidente, Gerardo Álvarez Courel. El argumento de la RAE es que un artículo que precede a un nombre va en minúscula. En principio podría llegar a ser aceptable, pero con revisar otro tipo de casos similares surge el conflicto de igualdad. La propia RAE asegura que firma un convenio con el «Ayuntamiento de Las Palmas», que «según el Gobierno de La Rioja»... o más concretamente —y entrando en la batalla con el ‘del’— que un escurialense es el «natural de El Escorial o de San Lorenzo de El Escorial». Y cita en su web la localidad segoviana de El Espinar.
No sé si esos privilegios de poder usar ‘El’ se deben a la proximidad con la capital madrileña. Ya se sabe que las cosas sólo existen sí pasan en la ‘villa y corte’. Pero sí tengo claro que el Consejo, con tan poco que hacer, quizá podría defender su identidad. El sustantivo es El Bierzo, no Bierzo. De momento se pegó un tiro en el pie. La desigualdad, quizá producto del desconocimiento en la Academia, es evidente. Sería una buena opción en vez de preguntar, informar a los del «limpia, fija y da esplendor» que no existe Bierzo. Que hubo un pasado. En un Vierzo sin ‘b’ de burro...