Venezuela nos retrata
Los primeros en felicitar al tirano Nicolás Maduro, por el gran resultado del GPV (Gran Pucherazo Venezolano), han sido Putin, China y Cuba. Inmediatamente después, se han sumado Podemos, o Podemas, o Podemes; y el Partido Comunista de España, además, ha llamado a la Comunidad Internacional a que reconozcan el resultado del GPV. Estamos seguros que, dado el prestigio de Podemos —y el Partido Comunista de España— ante la comunidad internacional, los reproches de Donald Trump, Kamala Harris, y Borrell —que viene a ser el ministro de Asuntos Exteriores de la Unión Europea— pedirán enseguida perdón por no haber reconocido, a la primera, las elecciones más trucadas, sucias, manipuladas y extorsionadas de lo que llevamos de siglo XX. Por ejemplo: de los más de 400.000 venezolanos que viven en España, y tienen derecho a voto, la embajada de Venezuela en Madrid ha permitido votar a un 7%.
Que un tirano deje el poder por perder unas elecciones, es insólito. Hubo un caso, con un tirano de derechas —Augusto Pinochet— que abandonó el poder voluntariamente, pero a los tiranos de izquierdas o los matan, o los deportan, pero jamás asumen una pérdida del poder, y es lógico, porque si la izquierda sabe cómo hacer felices a los ciudadanos, no van a dejar a cualquiera, que desconoce la fórmula, estropear la felicidad de los venezolanos. Tan felices como los cubanos, los chinos, o los rusos, y la lástima es que en España el partido comunista no ha logrado todavía el poder, porque entonces todos seríamos tan felices como un nicaragüense.
El triste desprecio a la mayoría democrática va a servir para que tengamos un retrato nítido y reciente, de nuestras personalidades políticas. Hay, sobre todo, gran expectación por conocer el análisis objetivo de un antiguo presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que algunos años ha hecho más de treinta viajes a Venezuela. Podríamos decir que está volcado, a tiempo completo, con el país y su tirano ganador de las últimas elecciones, según el propio tirano.
Tampoco es menor la curiosidad que sentimos por saber la opinión de Pedro I, El Mentiroso, que, si alguna duda alberga, siempre podrá aclararla con Delcy Rodriguez, bien hablando con ella, por teléfono, bien porque la respuesta se encuentre en algunas de las maletas que dejó en Barajas.