Salirse del carril
Arrecian desde buena parte de España las críticas hacia el Ministerio de Transportes. Tanto por los proyectos de futuro del ferrocarril como por la gestión presente. Casi se ha convertido en un hábito diario la existencia de incidencias graves, sin duda más abundantes en los territorios que disfrutan de un mayor volumen de trenes. Es el caso de los llamados Rodalies —Cercanías— de Cataluña o de los convoyes de la periferia de Madrid, aunque también se generan problemas notables en numerosos lugares, incluida la antigua red de vía estrecha de Feve. Ayer, el departamento de Óscar Puente volvió a disparar para buscar nuevos culpables. Anunció que actuará contra Talgo, a la que acusa de las averías surgidas en los Avril. Probablemente una gota en el inmenso océano que ha generado imágenes tan terribles como la de los pasajeros que tuvieron que llegar a Atocha desde la calle Téllez andando por las vías. Entonces, el choque fue dirigido contra el gobierno regional de Ayuso y sus supuestos problemas con el Metro. Parece que lo importante es dirigir el convoy fuera del carril...