Cómo cargarse un sindicato
Hay diversas maneras de cargarse un sindicato desde dentro, pero la que ha ideado y ejecutado la dirección del Sindicato Unificado de Policía no puede ser más eficaz: encargando el «adiestramiento» de sus afiliados a una organización como Desokupa. Dejando a un lado que los policías ya vienen adiestrados de casa, es decir, de la Academia en la que se han formado para servir a la ciudadanía con exquisita sujeción a las leyes que aseguran el estado de derecho, la dirección del SUP no podía haber acertado más en la elección de semejantes «instructores» si lo que pretendía es lo que ha conseguido: embadurnar la reputación del sindicato y, de paso, el buen nombre de la Policía Nacional.
La conquista de ese buen nombre cuando la Policía lo tuvo tan malo durante las ominosas décadas del franquismo, esto es, pasar de enemigos a amigos del pueblo, requirió un esfuerzo extraordinario durante las décadas siguientes, las de la Transición y las de la consolidación democrática, para que ahora ese nombre se vea salpicado por la ocurrencia de una de sus organizaciones sindicales de entreverarse con una empresa identificada con la ultraderecha que se dedica a las desocupaciones extradjudiciales. Es cierto que no es la primera vez que en la Policía ha entrado lo extrajudicial, que ahí tenemos, sin ir más lejos, la llamada «policía patriótica» del gobierno de Rajoy, o al ínclito y extrajudicialísimo comisario Villarejo, pero ésto de Desokupa es, a estas alturas, particularmente perturbador.
¿Qué demonios pueden enseñarles esos supuestos «coaches» a nuestros policías nacionales? ¿A defenderse? ¿A atacar? ¿A olvidarse de la mesura y de la proporcionalidad en el uso de la fuerza? A los policías se les ha enseñado en la Academia a defender a los demás, que por eso son policías, y para conseguirlo se les ha adiestrado también, como es natural, en las técnicas de autodefensa, pero si necesitan un plus, para eso están los instructores... de la Policía, gustosos de atender también, y gratis, a los afiliados del SUP. Hay diversas maneras de cargarse un sindicato. Ahora bien; como desde dentro, ninguna.