El Día del Listón Negro
Mañana es una de las tres jornadas grandes de la Unión Europea a lo largo del año. Se conmemora el llamado Día del Listón Negro, dedicado al rechazo al «extremismo, la intolerancia y la opresión». Ahí es nada. Según la declaración oficial del Parlamento Europeo, es el Día de Conmemoración de las Víctimas del Estalinismo y el Nazismo.
Algunos, a estas alturas, seguro que ya están pensando que el asunto es muy lejano en el tiempo y en el espacio. Pero no tanto. Cada vez quedan menos en la zona norte de León, pero casi seguro que alguno habrá. De aquellos niños que malvivían en la posguerra española, y que no olvidan que los nazis de la Legión Cóndor les daban caramelos al entrar y salir de su oficina situada al final de la calle Padre Isla, en un edificio que fue derribado recientemente. Y qué decir de esas fotos que recuerdan los arcos de triunfos y homenajes que les brindaba la ciudad. Pero buscando en el teléfono Madrid y Stalin aparece la Puerta de Alcalá cubierta de imágenes gigantes del asesino ruso al que la Segunda República tanto idolatraba.
La distancia temporal con las grandes tragedias del siglo XX también se pone en solfa si se mira el auge que cobran los ultras que parecían estabulados. Guiados por esos telepredicadores de lo absoluto que incluso apelan a primacías raciales, a imperios zaristas que siguen usando armas para disputarse el Viejo Continente, que agitan flequillos imposibles gritando que ‘América primero’ o en villas de lujo en las islas —a las que llegan los migrantes— dan cobertura a dictadores que torturan y no respetan las decisiones del pueblo en las urnas.
El Día del Listón Negro surgió en los años 80 como respuesta en las repúblicas bálticas a la ocupación rusa. Nada diferente a lo que hoy padece Ucrania. El 23 de agosto fue elegido por ser el aniversario de la jornada en la que Stalin firmó allá por 1939 —muy poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial —su pacto con el nazismo para repartirse el mundo.
El Listón Negro fue proclamado en 2008 en la Declaración de Praga y en 2009 lo votó el Parlamento Europeo, días antes de la Declaración de Vilnius de la OSCE que también lo respaldó.
Quizá mañana, 23 de agosto, repasando lo que dicen unos y otros veremos dónde sigue teniendo España su listón...