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Ayer, como cada último miércoles de agosto, volvió Buñol a la fiesta bárbara, despipotada y de interés internacional juntando a titantosmil, gente mayormente moza arreándose tomatazos sin pedir permiso o perdón y revolcándose en el puré de las 150 toneladas que enfangan de salsa el suelo de su plaza, allí desatados como niños que chapotean en bañera de ketchup, tornándose todo en rojo, entomatándose en montonera humana, tomates por el aire, por el suelo, por los bajos, pringando el pelo o estripándoselos a las mozas en la pechera, licencia de mozo pícaro sin mayor objeción o abuso, todo son risas, todo es fiesta y alboroto... y la imagen alborotó la memoria de mi primera y casual tomatina, 1975 era, cuando Juan Canal -con quien hacía media vuelta a España, acompañándonos una despechada novia de Bernal, tras haberme retirado Laína el pasaporte sin poder irnos a Suecia, lo previsto- avistó en la playa de Gandía a un músico de su sello discográfico que nos conminó a vivir la gran fiesta de su pueblo, y allá nos fuimos, fueron cinco días de rendida hospitalidad y un no parar alojados donde Ricardo, cuyo padre, de próspera fábrica de muebles, recordaba Astorga entrañablemente pese a haber estado dos años preso en Santocildes durante la Guerra Civil, tipo culto y pispo que venía cada año a comprar chopos leoneses para su industria porque, decía, eran los mejores de España... y aquella gente nos mimó, agasajó y abrumó, nos metió en su meollo familiar y hasta en los ritos y pitos de su comisión de festejos que siempre tenía que presidir un mozalbete al que acababan llevando en una noche golfa a Requena por ver de hacerle hombre... ¡qué tomatina la de aquel año!, de no creer: me hicieron jurado de su concurso de paellas, qué osadía, me colgaron del brazo una moza galana en desfile chusco de moros y cristianos, me metieron por decreto en un premio de tiro al plato ganándome alguna vergüenza, nos reímos, concelebramos y las amistades que allí trabé fueron imperecederas, pero no fue lo único que me maravilló... ya seguiré contando.