Cierra esa boca
Será porque nos pilló el alma pequeñina de vacaciones; será porque de esos tipos ya no sorprende nada y su noticia nos suena a campana de lana; será porque son matones con turbante y se nos mete el rabo entre las piernas... pero no se ve estos días el eco enfurecido y necesario ante la noticia más tremenda e inconcebible jamás oída y parida ahora por la autoridad talibán en sus afganistanes de pura tropelía, pura inquisición. Su Ministerio para la Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio decretó prohibir la voz de la mujer: « siempre que una mujer adulta salga de su casa por necesidad, está obligada a ocultar su voz, rostro y cuerpo... y no debe escucharse a las mujeres cantar o leer en voz alta, ni siquiera desde el interior de sus casas »... ¡cierra tu puta boca!, ¿así las saludan allí?...
¿En qué otro país y hasta cultura cavernaria se vio tal?... ¿qué mierda inunda su tarado cerebro para que cualquier voz femenina les culebree en los bajos incitándoles a qué?, ¿qué sueños pervertidos les despierta la voz blanca femenina?, ¿qué virtud les corrompe, qué vicios les sugiere? Y si es Alá quien se lo chiva, ¿cómo reprimir un ¡cagüen tu dios!? Pero ni Alá ni el profeta podrían susurrarles tal barbaridad; son sus propios demonios los que ceban sus leyes con secretas voces podridas, su feroz sharía, su obsesivo afán de poner garitas en bragas y braguetas haciendo perverso un islamismo que en no poca cosa sería respetable, aunque en sus manos y en su cabezorra de cepo y yunque se corrompe y se viste de alfanje degollador, de morrillo de lapidar y de «te mato porque eres mía». No conformes con velarles el rostro y la figura, les tapan ahora la boca con el estropajo de sus dogmas. Impunes se ven. Y todo esto Naciones Unidas lo califica de «preocupante». ¿Preocupante? Aberrante, señores, intolerable y combatible. Un país que aterra con penas terribles a su mitad mujer robándole hasta la voz y una mínima dignidad humana, ¿no merece un bloqueo total, un sacarles del juego internacional y del negocio?... aunque ¿de qué negocios no nos habla quien dice sólo «preocupante»?...