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La presidenta de la Comisión Europea encargó al expresidente del BCE y de Italia un informe sobre la brecha de competitividad abierta entre la UE y economías gigantes como la china o estadounidense. No es ningún secreto que Europa está quedándose atrás frente a estos países, como tampoco que una de las causas ha sido la ideología por encima de razones puramente económicas. El informe Draghi ha venido a confirmarlo y su apuesta pasa bajar los impuestos a la energía, abaratarla utilizando entre otras la nuclear, el hidrogeno, la biomasa o incluso el almacenamiento de carbón. Más inversiones en redes y menos burocracia, algo que ahoga a la industria y que ésta lleva pidiendo años.

La inversión prevista por Mario Draghi para acometer estos retos y otros sería de 800.000 millones de euros, cantidad prácticamente idéntica a los movilizados con los fondos Next Generation, que diseñó la Unión Europea para financiar reformas e inversiones y que parece que no está funcionando como se había previsto. España, de hecho, es el país más retrasado en la ejecución de estos fondos, con varios cambios en sus responsables y retrasos en la puesta en marcha de determinados programas.

Pero, como decía, Draghi no se ha quedado en recomendaciones sobre la necesidad de una energía barata, sino que apuesta porque las empresas ganen tamaño y puedan competir. Para ello propone eliminar obstáculos burocráticos y fortalecer el mercado único. En su opinión, «o lo hacemos o será una lenta agonía», algo que ya estamos viendo, por ejemplo, en el sector del automóvil y el veto que se impuso a los coches de combustión en favor del eléctrico. Y ¡oh sorpresa! el coche eléctrico no está funcionando como se preveía, así que decidió poner aranceles a los coches chinos que llegan más baratos y encima usan carbón para su fabricación. Ahora, después de leer a Draghi parece que la UE revisará el veto a los coches de combustión. Por cierto, o a Pedro Sánchez, de visita en China, no le han contado el informe de Draghi y la intención de la UE de revisar el veto a los coches de combustión o no se entiende que esté negociando la instalación es España de una fábrica china de coches eléctricos. Tendrá que explicárselo a las marcas establecidas en España, a la UE y a los ciudadanos.