Lograr quedarse
Conocí a Víctor Juárez en la Facultad de Económicas de la Universidad de León. Yo curioseaba en unas jornadas de emprendimimento y él, junto a Diego Martínez e Ignacio Bermúdez, inundaba de entusiasmo un salón en el que un grupo no muy numeroso (¿por qué?) de alumnos trataba de impregnarse del espíritu emprendedor. También de la convicción de que desde León se puede alcanzar el cielo de cualquier codiciado mercado. Ya de aquellas Mi Tienda de Arte-Craftelier y Foot District eran dos brillantes empresas, creadas sobre ideas en principio disparatadas pero que disparaban al corazón de los compradores on line de muchos países. Ninguno de ellos tenía un rimbombante título o una bola de cristal para ver por dónde iban los tiros, de hecho las ingenierías no solo no cuadricularon sus mentes, sino que dieron alas a sus sueños y valor (y mucha resistencia) a unos inicios que no fueron fáciles.
Se lanzaron al vacío del e-commerce en los años más duros de la gran crisis financiera. No sólo empezaron en León, se han empecinado en crear decenas de empleos en la provincia, mantener aquí sus naves y bases, sus cotizaciones empresariales y las de sus empleados, sus impuestos,… León por bandera en todo el mundo.
No son los únicos en este ecosistema innovador y deslumbrante, y les honra que nunca han temido dar la cara. Es de agradecer, porque este León necesita muchas pistas. Más práctica y menos verborrea del «nos lo tenemos que creer». Otros triunfadores huyen de los focos, y eso ayuda poco.
Ayer Víctor Juárez recibió el Premio Fernando Becker Gómez del Colegio de Economistas de León y la Fundación Monteleón. Un giro de timón que pone en valor también el olfato de estas instituciones, una apuesta por la juventud en este prestigioso galardón. El perspicaz empresario no perdió el tiempo en autoalabanzas ni agradecimientos. Abrazó al equipo que le arropa y exigió que liberen a los emprendedores del enredo de cadenas burocráticas que les atenazan hasta asfixiarles.
Sólo estas dos empresas suman hoy facturaciones multimillonarias y cientos de empleos. Merecen más mimos que otras con menos arraigo y vocación que han sido acunadas con ayudas e infraestructuras muy cuantiosas. ¿De verdad es tolerable que todas las administraciones se unan en su disparate para asfixiar su vocación leonesa? Eso sí que merece mociones y respuestas multitudinarias.