¿Con alzhéimer tampoco se dimite?
Lo ocurrido ayer en el juicio al alcalde de Barjas tiene algo de esperpento. Se sienta el socialista Alfredo de Arriba en el banquillo de los acusados por una causa relacionada con la inscripción de propiedades particulares a nombre del Ayuntamiento. Lo llamativo es que De Arriba alega problemas de memoria. Eso ha generado un aplazamiento de la vista oral. Su abogado presentó al tribunal un informe médico en el que se asegura que el regidor municipal berciano presenta síntomas de una enfermedad neurodegenerativa que le impiden disponer de toda la memoria. La pregunta parece obvia. ¿En esas condiciones es razonable que siga al frente de un Ayuntamiento? ¿Tampoco en una situación así llega la hora de dimitir...?