Las puentes rezan

Lo mismo que la guapa gente y los políticos acaban pareciéndose a sus caricaturas, a la vida le gusta parecerse a sus refranes, incluso exagerarlos. ¿Cuántos siglos tendrá el conocido «Septiembre, o seca las fuentes o arrasa las puentes»?... Es sabiduría vieja, escarmentada, y a un campesino medieval no le sorprendería tanto como nosotros ver en la tele hoy tantas puentes arrasadas por media Europa y torrenteras devastadoras por medio mundo. Ya les era cosa muy vista que septiembre ruja donde le zumba la gota fría haciendo bajar furiosas riadas por rieras o calles y entrando en las casas a pasar la noche. La culpa es del refrán, nadie lo dude: y después, del chachachá climático por venir con propinas y cargando tintas y titulares.

Este 2024 se olvidó de su «Agosto, frío en el rostro», pero le devolvió la memoria a un septiembre loco y borde sembrando danas... «dana, dana, de alta nube y de baja cama, esposa de su terror» (desgracias y catástrofes siempre eligen las camas pobres). Que se lo digan a ese sur marroquí donde se ha venido demostrando días atrás con lluvias insólitas en lugares como Zagora o Ouarzazate donde el aire sólo esculpe dunas y peina cardos, aunque alguna vez el cielo se les encorajina y vomita castigo como ahora (más de veinte muertos llevan ya y decenas de desaparecidos). La ardiente senda del alacrán se les convirtió en lecho rugiente de caudal desmadrado de turbón y lodos que bajan mordiendo casas, carreteras y puentes. El caso es que tras seis años seguidos de sequía se habían intensificado de tal forma las rogativas en todas aquellas mezquitas (lo mismo que en nuestras iglesias se hacen ad petendam pluviam ), que siendo tan desesperadas el cielo de Mahoma se conmovió a modo excediéndose con una generosidad mortal y arrasadora (ignoro si en aquellas mezquiitas tienen como aquí nuestras iglesias esas otras rogativas para estos casos de lluvias desatadas y cielos decididos a empantanar, las llamadas ad petendam serenitatem )... ¿o manda riada para que sus pateras puedan salir del mismísimo desierto?...