Senén a toda leche
A toda leche era su norma. Y siempre tirar palante. Hablo de Senén Blanco, aún hoy el nombre leonés que mejor se sube a la memoria de una bici de carreras y sin apearse tampoco del letrero «Garaje Senén» en su taller-tienda de bicicletas en la calle Suero de Quiñones donde alquilaba de guaje por horas mis bicis de verano en sus tres categorías: las de paseo, las de chica o las de carreras, a las que renunciaba por ser más caras y por su sillín picudo y violante. Senén en su garaje era dios en las bajuras y el taco se le venía a la boca ametrallando si había que apremiar al aprendiz rácano o al cliente gili que venía con chorraditas, Senén enérgico, incansable, pura fibra correosa, Senén con licencia para ir a toda mecha si se disponía a una carrera oficial, a reparar catalinas en su taller (aquel olor a pegamento de parchear, a grasa consistente y linimento me emborrachaba) o a mantenerse en sus sesenta marcándose por la tarde una etapa León-Benavente-León con frutos secos en el bolsillo y una ropa discreta que huía del ciclista que hoy parece valla publicitaria con ruedas. Que después ganara la etapa del Tourmalet en el Tour de veteranos o todo un Mundial en Austria en el 84 le caía de natural.
Senén se hizo leyenda. El empeño de querer ser lo que se propusiera apretando dientes rubricó su biografía. Y siendo de Garrafe fue en mi casa más que paisano (le recordaré siempre contando que tuvo poco menos que raptar a su mujer para casarse). Y orgullo lucí entrevistándole a menudo en papeles y ondas porque siempre le sobraba motivo o gesta que narraba con un verbo hecho de rabos de lagartija como sus patas de saltapraos o esclapuertos. Y ahora, 13 años después de su adiós, le han organizado para este domingo un Memorial Senén Blanco como auténtica fiesta ciclista con bicis, elementos y atuendos a la usanza heroica de antes, un memorial con su Primera Ruta Clásica Leonesa, sin carácter competitivo, disfrutar es el premio, 75 kilómetros de excursión por paisaje vivo en valles del Bernesga y Luna con salida y meta en Sariegos. Va por ti, Senén.