Spoiler
Conocemos por los guionistas de Netflix que las tramas pueden morir de éxito cuando empiezan a recurrir a trucos ya sobados para alargar los capítulos con la única intención de hacer caja. La trama se condena a sí misma a destripar el final. Se hace spoiler, como afinan ahora los guajes. Hace rato que no pueden disimular: el asesino es el mayordomo. No aburran más. La sensación de agotamiento de la trama marca a varias series políticas veteranas centradas en proyectos de León. Pongamos, por pura actualidad, dos: Urgencias: la comedia protagonizada por la Junta para reírse de la reclamación leonesa de tener una Facultad de Medicina; y Asesinato en el tren de Matallana, el drama del abandono de un ferrocarril cuya muerte no reconoce nadie. Si no quieren saber cómo acaban, dejen la lectura aquí.
No habrá Facultad de Medicina en León. La reunión de esta semana de la conferencia de rectores tiene las cartas marcadas. El consenso invocado da la coartada necesaria al presidente de la Junta para vender que la culpa no es suya. Alfonso Fernández Mañueco lo intentó, publicitará el PP leonés, que lleva varias semanas con la maquinaria del peloteo en marcha para proteger a su jefe, a pesar de que en realidad por detrás ha boicoteado el estudio de viabilidad que presentó la Universidad de León. No me digan que les ha sorprendido el final.
La otra serie también suma más de 10 años en antena. Las desventuras de la línea de Feve se ceban ahora con el cierre de la estación de Cistierna, donde dejarán un interfono para picar como cuando éramos guajes y queríamos que bajaran los colegas a jugar a la calle. Lo hacen para modernizar el servicio con el control del telemando desde León. No hay por qué dudarlo. La modernización empezó hace 13 años con el último tren que salió de la terminal de Padre Isla y aún no ha vuelto. Se ve que cada vez que van a recuperarlo hay otra tecnología más moderna, como se empeña en convencernos el PSOE para tapar al Gobierno, pese a que los convoyes no funcionan la mitad de los días, faltan interventores y maquinistas y cada semana hay un transbordo en taxi; ahora que lo pienso, debe ser la modernidad de la que hablan. Vamos, que la dejarán morir por inanición. Otro final Disney. Si han llegado hasta aquí no les importará que les destripe dos más: no habrá segunda fase de San Marcos como se proyectó, ni recuperación del teatro Emperador. Pero no vamos a dejar de contarlo.