Si tiene melena y ruge
Fui a la carnicería y pedí un chorizo de León para guisar en un cocido. La dependienta me mostró uno y dijo: «Este no es de León, sino de Ponferrada. ¿Le sirve?». Con reflejos de juglar de columnas contesté: «Mujer, todos somos de León, contentos de ser de aquí, ¿no?». Ella asintió, pero como diciendo ¡socorro, un ciudadano del mundo! Y miró de soslayo al cuchillo jamonero. Uno solo bromeaba. Para mí, si tiene melena y ruge ya es leonés. Todos somos del mismo planeta, ¿no? En la última romería en la Virgen del Camino unos drones dibujaron el en aire la palabra «lexit». El señor alcalde desea que nos salgamos de la autonomía. Ya puestos a utilizar la tecnología y el inglés, mucho mejor hubiese sido parafrasear a los Beatles y escribir en el aire «All you need is Cultural», al menos en eso todos podemos estar de acuerdo. O «All you need is Patatas Blas». No pienso mucho en organizaciones administrativas. Estoy contento de estar vivo, y me siento afortunado de que en nuestro cielo las nubes no contengan fuego.
Ayer se cumplieron 453 años de la batalla de Lepanto, en la que Cervantes combatió y perdió la movilidad de la mano izquierda. Hoy, en algún lugar del mundo, alguien está encontrando consuelo en la lectura del Quijote. El humor, el amor y el dolor son idiomas universales. Hace meses, un amigo me regaló una versión en patsuezu de la novela. Empieza así: «Un ltsugar de La Mancha de nome que más val nun alcurdarse…». Un japonés dirá que le suena a chino. Todo es ponerse. ¿No?
La historia es siempre fascinante, escribamos su hache con mayúscula o con minúscula. Este 12 de octubre, investigadores de la Universidad de Granada anunciarán dónde nació Colón. ¿Soy irrespetuoso si digo que no me pica la honrilla chauvinista? Me importa él y lo que hizo. Supongo que —si pudiese— hoy lo haría mucho mejor que entonces, y no creo que nadie deba exigirle que pida perdón, ni a los muertos y ni a los vivos. A mí me descubrió mi mujer, y sin necesidad de carabelas, ni de brújula. Uno hasta entonces era la isla y el náufrago. Ah, el mar. Por cierto, el cocido de rechupete. Tomé la sopa primero, a la madrileña. Pero si usted me invita a un cocido maragato, tomaré feliz la sopa lo último. Palabra.