Al Palacio de los Guzmanes le falta agilidad
Casi a mediados de octubre, el Plan Provincial de la Diputación de León —este año será por primera vez bianual— acaba de arrancar con una primera fase aprobada para solo 28 de los 220 municipios de la provincia. Las quejas sobre la excesiva burocracia y la falta de agilidad de la ‘casa de los pueblos’ viene de lejos, especialmente para la tramitación de unas subvenciones que traen de cabeza a los técnicos de los ayuntamientos, más rápidos en sus acciones que sus semejantes en la institución provincial, donde el nudo no lo desata ni la demostrada y unánime voluntad de todos los grupos políticos. Detrás de este descontento priman requisitos excesivos, el celo en la fiscalización y el retraso en la gestión de la documentación aportada. Pues ese asincronismo no puede repetirse un ejercicio más. Alguien en la casa debe tomar conciencia. Porque es inadmisible que los tiempos de trabajo de hoy, con tecnología y medios, sean los mismos que en el siglo XX.