Diario de León

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Hay en Jaén una comarca que abre tregua en su dictadura de olivar, encrespándose el monte y haciéndose sierra de buena anchura, bien arbolada y con arroyos y valles de vega donde el azadón dibujó tapete de cultivos y linde de chopos acipresados alanceando el cielo... y asomando aquí y allá algunos hatos de los afamados corderos de esta Sierra de Segura que prologa a la de Cazorla, tierra que en altitud, nieves y curvas hace a su invierno gemelo del de esta montaña nuestra. Por esta razón fue invitada Babia a su «II Encuentro literario sobre Repoblación». Y allá que nos fuimos con la palabra del alcalde de San Emiliano, David Marcello, y la del doctor Pedro Higueras, que estos últimos años ha retratado a la Babia de Yuso con diagnóstico clínico y también fotográfico haciendo de su cámara fonendo. En Santiago la Espada (pueblo que mancomuna la capitalidad municipal con el vecino Pontones) nos esperaba Antonio Rodríguez «Rodri», un alcalde insólito y no sólo por su oficio y vivir (pastor hoy, antes enfermero) ciertamente raro en entidades, instituciones o partidos, como por su desbordado entusiasmo y empeño en conjurar las adversidades de una comarca y una realidad rural como la suya, despoblada y aislada (dos horas se tarda en llegar al hospital más cercano), alejándose de líricas de gabinete, ecoresiliencias de celofán o buenismos de plataforma prospectiva, pegado él a la tierra con una sinceridad cruda, porque con cuentos y propagandas nada se repuebla que no lleve a desengaño y deserción. Y si él demuestra que se puede vivir con recurso tradiconal, no habrá mejor seducción para quien busque en lo rural alternativas a la inseguridad e incógnitas de la agobiante e incierta vida urbana. Diré, en fin, que fueron jornadas nutritivas y esperanzadoras. Porque vimos que hay con quién, hay tarea y hay futuro (y si no, se inventa). Y lo veremos si se arriman y pujan las tierras como esa sierra: jurdanas, ancaresas, sorianas... A ese compromiso fuimos. Y a probar otras músicas. Aburre la de requiem que tanto suena en despachos y cantautores.

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