Si Sánchez cae
S in autoridad moral, sin Presupuestos a la vista, con casos de presunta corrupción que afectan a un ex ministro y envuelven en sombras la gestión de otros que siguen en el Ejecutivo, amén de investigaciones judiciales sobre personas de su familia, cuesta avizorar el horizonte de la continuidad de Pedro Sánchez al frente del Gobierno de España. Pero sin descartarla porque es un superviviente.
Se resiente de la precariedad parlamentaria que el Partido Socialista arrastra desde el momento mismo en el que perdió las elecciones y corrigió mediante pactos con las fuerzas minoritarias centrífugas. Conocedores de su debilidad los partidos separatistas se han vuelto más y más exigentes. La compra del apoyo a las iniciativas del Ejecutivo resulta cada vez más onerosa y da pie a las críticas no solo desde la oposición, también desde algunos sectores del PSOE.
Ocurrió tras el pacto del cupo con ERC que apareja la cesión de la recaudación de todos los impuestos a la Hacienda Catalana y más recientemente con la aprobación de una ley que enmienda la salvedad que a favor de la trasposición de una norma europea impedía que los presos etarras pudieran reducir los años que tienen pendientes de condena. En este episodio en el que la actuación parlamentaria del PP y de Vox abrazó el ridículo al no percatarse de la jugada y votar a favor, se condensa la imagen más nítida de la manera ventajista que tiene Sánchez de entender la política. Con astucia y sin atisbo alguno de moralidad.
Una forma de ser que hasta ahora le ha rendido éxitos en un escenario como el de la política española en el cual la oposición viene dando sobradas muestras de incapacidad para obtener ventaja frente a tan reiteradas trapacerías. Tal y como están las cosas si Sánchez cae, que está por ver, no será por la presión ni las iniciativas de la oposición. La última presentar una querella contra el PSOE por presunta financiación ilegal, cohecho y tráfico de influencias. Quien contemple ese escenario que, en todo caso, dirija su mirada hacia las investigaciones de la UCO y a la resolución por los tribunales de otros casos de corrupción que vamos conociendo. Pero la cosa va para largo.