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LEÓN EN VERSO
​Luis Urdiales

Y el 11-N, San Martín

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No pudieron buscar una fecha más adecuada los promotores de León en la calle que la víspera del sanmartino para estrenar la nueva temporada. De la anterior ya no quedan ni las raspas; eso, al final, mejora las expectativas con la audiencia, que acudirá a la cita sin sentirse presa del desengaño que genera que el grito vuelva a caer en saco roto, que es lo mismo que decía Azorín de mearse en las paredes del Banco de España y hacer la revolución sin medios. Vamos a suponer que el recorrido del día anterior de san Martín vuelve a tomar la avenida de San Marcos, antigua José Antonio, y llega a la Inmaculada, y entra al manifestódromo preferido de León, que moldea los grandes premios de la fórmula del me cago en todo que nos queda a los leoneses para descargar la ira cuando el edificio se cae encima, después de años de advertencias de que amenazaba ruina; y que cuando la cabecera de la manifestación pase la avenida de Roma y alcance la casa Arriola aún siga sin entrar en carrera la comitiva que cierra el desfile en el Hostal. Minuto y resultado, compañero, de otra procesión de los dolores, de gentío, con lo que cuesta sacar a la gente en León. Pueden ser diez, veinte, cincuenta, cien mil; ojalá doscientos mil, cuantos más, mejor; pero no lograrán los propósitos que mueven a esta marcha, que es una fórmula muy emocional pero poco efectiva. ¿Habrán probado los convocantes y convocados a volcar las urnas, a ver qué tal el poder cuando se deje de asegurar el reparto del status quo que garantiza anunciar lluvia mientras aquí sabemos que mexan por nos? La máxima de hacer lo mismo de siempre y esperar distintos resultados merece un par de vueltas entre los concejos leoneses. No se le supone un gran resultado a una convocatoria que respalda el PSOE; ojo, el PSOE que está en todos los ajos que han condimentado las sopas con las que se ha reciclado el hambre de León en los últimos 40 años; algo se ha escrito también de que la Junta abraza la movilización, de la misma casta que hace unos años acabó sentada en la mesa por León. Los verdugos se manifiestan en nombre de sus víctimas. Ya lo hacían los soviéticos. Lo vimos cuando Podemos, Sumar y PSOE se manifestaron contra la política de vivienda de Sumar, PSOE y Podemos. Los de la pancarta aplaudieron el cierre de las minas y el sector primario. No lo sé, Rick; no lo sé.