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Hace cuatro años y medio, allá por febrero de 2020, la provincia de León registró una manifestaciones masivas para reclamar un futuro mejor, con inversiones y más atención por parte de las administraciones. En aquella riada humana también se colaron incontables reivindicaciones, con un especial protagonismo de los que portaban elementos reclamando una autonomía uniprovincial para León. Pero aquello se sumió en una especie de ceremonia de la confusión. Se creó una Mesa por León, con un pésimo diseño que la abocó a un fracaso largamente augurado y que terminó por hacerse realidad después de muchas maniobras. Una de la razones que más complicaciones generó en esa plataforma reivindicativa fue la irrupción del covid, con su estado de alarma y el confinamiento, pocos días después. La agenda se trastocó en todos los órdenes. Ahora, se intenta repetir el guion para el próximo domingo, día 10. Pero las cosas se complican. La ingente tragedia que viven muchas zonas del Mediterráneo no facilitará mucho ‘foco’ nacional para unas demandas leonesas que están totalmente justificadas.