El inevitable efecto llamada de la dejadez
Durante mucho tiempo la dejadez de la gestión municipal en el Ayuntamiento de León llevó a buena parte de su personal a asumir no sólo sus funciones, sino las de aquellos que dejaban de estar activos. Una sobrecarga laboral que nunca se reconoció salarialmente, y que ahora empieza a salir a la luz en forma de reconocimientos judiciales. Primero fue el abogado municipal, que ha conseguido el respaldo de los jueces en su exigencia de resarcimiento por haber desempeñado durante un tiempo no sólo su labor, sino la de los compañeros que no prestaban su servicio. Ahora es el anterior jefe de la Policía Local el que gana el pulso al Ayuntamiento por haber desempeñado a la vez funciones de coordinador de Protección Civil. El equipo de gobierno de José Antonio Diez intenta frenar un irremediable efecto llamada que ya se ha extendido a otros ayuntamientos, como el de San Andrés del Rabanedo. La sobrecarga laboral de los trabajadores provocada por la negligencia de quienes tienen la obligación de gestionar con eficacia el reparto del trabajo y la dotación de personal suficiente ha llegado a su límite. Las consecuencias, también económicas, ya están aquí.