Cerrar

Creado:

Actualizado:

Quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia. A buen seguro Aldous Huxley nunca supo de la existencia de este dolido León ni pudo predecir su declive, mas la universal pereza lleva a tropezar mil veces con la misma piedra.

Las Cortes de autonómicas acaban de pegar con celo las voluntades de las distintas fuerzas políticas, porque hasta en esto cada cual tiene que sacar su patita, para aprobar un plan estratégico que simule dibujar el camino para frenar el declive económico y poblacional de León. A comienzos de este mismo mes los procuradores se lavaron la cara con un Plan Especial de Desarrollo de la Región Leonesa. Pocos plenos se cierran sin que sobre la mesa se vomiten las desiguales oportunidades de la provincia. Registro en acta y hasta la próxima.

El recién publicitado convoca resultados concretos para dentro de seis meses. Una «primera reunión de seguimiento» apuntalada sobre los cimientos de las conclusiones del carísimo (y hasta ahora ocultado) informe de la abortada Mesa por León, que por lo demás plantea las mismas evidencias que una y mil veces se exponen, las mismas una y mil veces que se facturan presuntamente sesudos informes con los ‘hayque’ requetesabidos y sin ninguna aportación sustancial. Sobresaliente en cobro, suspenso en resultados. Una y otra vez.

El plan estratégico ahora autonómico se basa en el desempolvado en los cajones de la infausta Mesa por León, bien pagado y nunca implementado. Unos y otros, una y otra vez, en unas y otras instituciones, la misma retahíla argumental con las mismas premisas. Años y años dando la burra la vuelta al trigo. Hasta conseguir propuestas marchitas, por reiteradas e ignoradas.

Si de verdad importara lo que a este León duele y sangra, esta burla parlamentaria y la exigencia del 10-N aplazada (por lo que sea, qué tiene que ver) debería dar un puñetazo sobre la mesa. ¿Común? De eso se trata, en el fondo.

¿Un plan serio y consensuado, comprometido, para el futuro de León? Sería, sin duda, una gran idea.