Cascos rotos
El que rompe paga y tiene derecho a los cascos. Ley antigua. En Valencia y por donde chorreó la dana su crimen hay muchos cascos rotos, calles con barricadas de ellos en montoneras podridas. Y a pie de puerta sus vecinos claman por la vieja ley: que pague quien contribuyó a dejar este eterno reguero de cascos rotos, que pague por su negligencia, su incompetencia o torpe gerencia el que debió cumplir y no cumplió, porque con sólo unos minutos antes (y no digo ya horas) se habrían salvado vidas, muchas vidas que tan gratis se llevó la Parca con risotada y borbotón devastador, así que tienen las víctimas todo el derecho a del mundo a reclamar penalmente responsabilidades a quien erró estrepitosamente en el remedio o tardó horas en acudir a su puesto y asumir su obligación. ¿Qué otra cosa podrá pensar quien vio a la avalancha robarle a un padre de sus brazos a sus dos hijos pequeños?, ¿qué dirá al saber que el presidente Mazón aplazó dos horas su deber y la maquinaria institucional por estar tranquilamente comiendo y estirando sobremesa con una periodista a la que le estaba vendiendo el timón de la mentira televisiva autonómica (tardó días en decirlo y tres trolas previas) o comprándola lo que quiera sospechar la gente, visto lo visto?... Y el viernes rugió la ciudad de Valencia manifestada ante su Generalitat, ¡Mazón, dimisión!... pidieron que fuera silenciosa esa multitudinaria concentración; imposible, ¿quién puede ahogar el grito que nace del daño profundo, del mal gobierno y de la injusticia?... Y no calmará esa sed de reparación un vasito de dimisión. Jarras de responsabilidad penal piden para la mesa que juzgue un día todo lo que pasó antes y después de la oleada de lodo, trastos, cañas y muertos. ¡Justicia!, exige el valenciano, que comparezca el de los cascos rotos, que expliquen tanta mascletá de fallos. Y... ¿no hay ya Fallas de Fuego?, pues hagamos también unas Fallas del Agua; y falleros mayores, los barrios construidos sobre terreno aluvial. Uf. Aquí alguno tendrá que salir pelao penalmente. Hay sangre. Mazón lleva puntos y cara de acelga.