ADIOS A MI AMIGO LUCERO

Adiós a mi amigo Lucero. Te vas el día de San Antón, el patrón de los animales, qué ironía, espero que te esté esperando en ese cielo que seguro tiene que existir para los perros. Dejas atrás a tu familia humana llorando destrozada con, a mi modo de ver lo peor, un sentimiento de culpabilidad por ser quienes deciden cuando vas a dejar de existir. Sé que habrá personas que al leer estas líneas pensarán, sobre todo si nunca han tenido un perro, que estos sentimientos son excesivos tratándose de un animal, todas las opiniones son respetables, pero cuando somos tantos los que pensamos así por algo será. Es un dolor inexplicable e intransferible con la libertad que quisieras porque sabes que hay quien lo ve ridículo, y te sientes avergonzado. No debemos avergonzarnos por amar, que es en lo que se traduce esto al fin y al cabo. Ellos querrían haber pedido permiso en el trabajo para poder acompañarte estos últimos días de enfermedad, se han sentido mal por tenerte que dejar en esas ocasiones solo. Tú eras su amigo, compañero inseparable y el más fiel, muchos años conviviendo, catorce y demostrándoles tu cariño incondicional, independientemente de sus situaciones ni de sus cambios de ánimo, mucho más de lo que se le puede pedir a una persona. Llegaste chiquitín y no eras de ninguna raza en especial, canelita y blanco y te ganaste el cariño de todos, has llegado a viejito, te cuidaron bien y se preocuparon por ti. Vas lleno del cariño de tu familia y queriendo lo mejor para ti, han tenido que tomar la peor decisión de sus vidas. Lucero, sé que se lo agradeces y hoy empezarás a descansar, a dejar de sufrir, en ese silencio que solo los animales sabéis soportar, por ese motivo tenéis mi cariño, porque os sé indefensos en este mundo de los hombres y estáis a nuestra merced. Por desgracia hay muchas personas desconocedoras de todo lo bueno que aportáis y quisiera que por un solo momento, pudieran comprender nuestro sentir. En ese deseo y en el de que descanses en paz, dejo estas líneas y mi cariño hacia tus amos, dueños, amigos, pero ante todo tu familia y se las dedico a todos lo que estén pasando por la misma situación, tantas veces incomprendida. Que descanses en paz, Lucero. Asun Jiménez Colón