¡Carnaval, Carnaval!

Chirigotas entre la escarcha, calambrión y falampos en el carnaval de La Ribera. La Bañeza, Alija, Velilla, Llamas. Antruejo blanco, como mandan los cánones leoneses en febrero. Colorines y comparsas pa espantar el fresco del invierno. A divertirse tocan, que Doña Cuaresma está ya asomando las orejas. Ya habrá tiempo de quedarse en casa, que aún aguardan muchas tardes de brasero en los pueblines de esta tierra. Estos días son para ponerle buena cara a este mal tiempo, no vaya ser que nos coja despistaos el Jurru y nos llevemosun escobazo de esparto por melindres. Rituales milenarios, antropología viva, y por su calle oiga. Asómese al portal de la su casa y disfrute del carnaval más auténtico. Súmese al desfile de disfraces. No lo dude, vístase de lo que quiera: póngase un antifaz o enfúndese en sofisticado ropaje. Coja a la parienta y los rapaces y lléguese a cualquier aldea. Prepárese a reír y a mofarse del teatro de la Vida. Transgreda, que Don Carnal le asiste y le precede. Aproveche, deje de fingir por unas y conviértase en ese o esa que siempre deseó y nunca fue por lom que digan los vecinos. Olvide la vergüenza, que hoy no manda. El campo duerme y la oficina cierra los domingos. No hay excusa posible, acuda con su gente. Y aunque la Cuaresma ya esté aquí, con su rosario de ayunos, rezos y cenizas, no olvide que aún le queda una plaza por conquistar: la de la Astúrica ciudad de los romanos. Una última oportunidad de marcarse un baile acompasado con las campanas de fondo del consistorio maragato y la SEO astorgana. Un carnaval con más pujanza cada temporada. Un Sábado de Piñata con nombre propio en toda la provincia. Y final de fiesta con traca y cohetes, para que Don Carnal anuncie que se marcha pero vuelve. Una sorpresa suspendida de unas cuerdas en el misterio tiznado de la noche en la Plaza de San Roque. Un adiós de domingo que ya es lunes. Doña Rutina vuelve a sus reales, pero quien supo aprovechar estos festejos tiene un arma secreta para hacerle frente: el ánimo renovado para seguir bregando todo un año y una careta preparada en el cajón de esta existencia, que como dice la canción, después de todo no deja de ser un Carnaval. ¡Feliz charanga!