SOCORRO EN LA CARRETERA

El día 10 de mayo es una fecha que quisiera eliminar del calendario, perdí a mi hermana María del Mar y a mi cuñado Ricardo en un accidente de tráfico repleto de infortunios. Mi madre conducía por la carretera Ponferrada-Villablino y en una recta sin peligro aparente el coche se le fue de atrás a causa de la incipiente lluvia mezclada con algo que hubiese en la calzada, provocando la salida del vehículo de la carretera. El accidente no hubiese tenido más trascendencia, ya que la velocidad no era excesiva, pero por desgracia había un cartel indicador, que en lugar de ceder al impacto del vehículo lo cortó segando la vida de mis seres queridos. Yo se que no puedo recuperarlos, pero mi corazón me pide que alce la voz e intente concienciar a la mayor cantidad de personas posibles respecto a varios temas que de una manera u otra afectaron a mi familia en aquel aciago día. Mi primer ruego va dirigido a todos los organismos responsables de la reglamentación y colocación de señalización en vías de cualquier tipo. Ya hay en muchos países, que debido a las estadísticas preocupantes de este tipo de siniestros, se instalan señales que rompen sus sujeciones al suelo ante un impacto, en lugar de penetrar en el vehículo y causar la muerte de sus ocupantes. No es algo nuevo en el mundo pero ¿cuántos más inocentes han de morir antes de que tomemos medidas? Mi segundo ruego va dirigido a todas aquellas personas que detuvieron sus coches al ver el accidente, pero no se acercaron a prestar auxilio a los que estaban en el coche, ni tampoco ayuda, consuelo… cualquier signo de apoyo, a mi madre, que salió del vehículo pidiendo a gritos "socorro", durante un tiempo que para ella fue eterno, hasta que un alma caritativa recién llegada hizo lo que debía, ayudar. Pensad que si vuestros seres queridos se vieran en un caso similar lo que desearíais para ellos. Mi tercer ruego es para los servicios de emergencia. A mitad de camino entre Villablino y Ponferrada, no hay ni un solo médico de guardia en los pueblos de alrededor, la guardia civil y la ambulancia del 112 llegaron casi a la vez que yo, desplazándome en mi coche desde Villablino. No es culpa de ellos, ya que tienen que hacer el mismo recorrido, pero si de quien tiene que distribuirlos a través de nuestra geografía. No es una zona despoblada y debería tener asistencias para emergencias más rápidas. Espero que mi amarga experiencia, sirva para poner remedio a cosas como las que he relatado. Sólo con salvar una vida sería suficiente para justificar esta carta.