DESGRACIADOS

Desgraciados. En mis pocos años de vida, solo tengo 58 y eso lo considero como un nanosegundo en la historia de la Humanidad, he podido comprobar dos regímenes completamente diferentes, pero que en realidad tienen mucho en común. En política, sea el régimen que sea los que están gobernando, son los que mejor viven. En la época de la dictadura, los que eran partidarios del dictador y de sus múltiples tentáculos, vivían de espanto, falangistas, requetés, iglesia... Y los de izquierda lo pasaban mal, siempre que dijeras que eras de izquierda o estuvieras fichado como tal, porque en la época de la dictadura, la mayoría de los políticos que ahora están sentados en los numerosos parlamentos de nuestro país, todos eran fieles a la dictadura y quitando a cuatro, que todos conocemos, entonces no piaba nadie. Fue a la muerte del dictador, cuando salieron más gente de izquierda que chinos hay en la China. Ahora todos somos de este o ese partido, al que dicen que es de izquierda, pero que de izquierda no tiene nada y nos atrevemos a decir facha al que no comulgue y dé la cabezada con nuestras ideas, así de demócratas somos aquí. Pero a lo que me vengo a referir es que si cogemos ahora el proyecto de gobierno que tenia el partido que ganó las últimas elecciones y lo comparamos con la realidad, seguro que nos partimos de risa. A este país como a la mayoría de los que han entrado en la comunidad, le han engañado contándole milongas de que una vez que estuviéramos dentro, íbamos a estar poco menos que en un paraíso. Después ha venido la triste y cruda realidad y nada más entrar, nos han empobrecido a todos el treinta por ciento, sin que nadie haya evitado esto por ningún sitio. Han aumentado los precios casi la mitad y los salarios se han quedado en unas subidas ridículas. Pero eso no es todo, lo más importante está por llegar, y es que nos van a empobrecer mucho más, pues las medidas de estos sesudos políticos, que si poco tienen de sesos, menos tienen de servidores públicos, son las de bajar este año los salarios, o sea que no se han conformado con subirnos los precios el cincuenta por ciento, sino que además nos rebajan los sueldos. Con esto nos han convertido a todos los que integramos este país, que perdonen ustedes pero ya no sé ni cómo se llama, en una partida de desgraciados, que según el diccionario son las personas que padecen desgracias, naturalmente estas normas vienen dadas por gobiernos desgraciados porque estos gobiernos son los que provocan tales desgracias y finalmente aplicando medidas desgraciadas, que son casi siempre forzadas y en muchos casos innecesarias, solo sirven para alargar su agonía y quedarse en la poltrona el máximo tiempo posible. De todos es sabido que si la gente dispone de menos dinero, el consumo seguirá bajando y tardaremos muchos años más en salir de la crisis. Por lo tanto no me queda mas que decir que nos han mentido con el caramelo envenenado de la comunidad, que nos están empobreciendo al máximo, que el nivel adquisitivo de cada español ha bajado casi un cincuenta por ciento y que acabarán de hacer de España un desgraciado país. Joaquín Tomás Fortunati Cendrero