"QUIÉN QUIERE SALVARSE"

Ayer mismo un amigo, Doctor en Teología, D. Miguel Ramón Viguri Axpe , me envió un "cuadernillo" de carácter "pastoral" así se domina a todo material didáctico que sirve para el trabajo que el cristiano comprometido realiza posteriormente en la sociedad. En el mismo venía una ponencia que él mismo dio en unas jornadas teológicas con el título de "QUIÉN QUIERE SALVARSE". Su ponencia, que leí con gusto ayer mismo, reflexionaba sobre el "SUJETO CONTEMPORÁNEO Y LA DEMANDA DE SALVACIÓN", pues bien, esto mismo es lo que vengo pensando desde hace mucho tiempo como creyente. Si Jesús de Nazaret es y así lo confesamos desde hace siglos en la historia de la humanidad como SALVADOR, antes como hoy, en este siglo XXI, es de suyo preguntarse ¿en que nos salva? En esta terrible crisis económica, de paro, de insolidaridad, de deudas y mas deudas con los bancos y las financieras, ¿qué papel juega mi fe y esperanza en este panorama?...¿será que Dios "pinta" algo aquí? Pues bien, mi querido amigo me dice, parafraseándole, en el susodicho articulo, que la palabra "SALVACIÓN" ya no está de moda, vamos que es un lenguaje desfasado y poco inteligible para el mundo moderno. "¿Dios me salva?, ¿cómo asi?, ah sí claro, en la otra vida, si fui buen tío claro….pero aquí con todo el problemón que tenemos no se salva ni dios. Así serían las miles de preguntas y respuestas de mis paisanos, cuando hablamos de la situación actual de España, pero desde la teología, bien se podría hablar de cómo Dios, en Jesucristo se trasmita esa "SALVACIÓN", como bien dice mi estimado amigo Miguel Ramón,"si no hay SENTIDO la vida interior del sujeto se desvertebra … provoca desorientación y angustia" Y es aquí donde quería ir, encontrar SENTIDO a la vida, es encontrar el AMOR divino cuando el parado por fin tiene empleo y el jubilado o pensionista de turno puede llegar a fin de mes. El SENTIDO en nuestra vida y no las ansias de un más allá es lo que SALAVA a la gente. SENTIDO que nos dignifique, SENTIDO que nos vuelva solidarios y por su puesto, sentir el entorno como nuestra casa a cuidar. De poco sentido sería machacar al prójimo y humillarle para provecho propio. Ojala no perdemos la esperanza y vayamos siempre en búsqueda y encuentro de SENTIDO a todo lo que hagamos. .