TERRIBLE PALABRA: INDIFERENCIA

Terrible palabra, sí, porque encierra una gran verdad llena de sensaciones negativas y dolorosas. Estas reacciones internas que pasamos los seres humanos, nos provocan o rabia o desprecio al "indiferente". Y es por esto que considero una de las actitudes más despreciativas que podemos encontrarnos. Gente que mantienen posturas que no sabes "¿de que vas? o como se suele decir "no se mojan" o que "no sabes si van o vienen". Desde la perspectiva teológica, en el Nuevo Testamento, se nos narra una escena que la divinidad Dios Mismo revela a San Juan supuesto escritos del Apocalipsis, para que escribiera. Un ángel comunica a la iglesia ubicada en Laodicea una antigua ciudad Turca, hoy en día solo son ruinas que Dios conoce muy bien sus obras y que no es ni fría ni caliente, y que está para vomitarles de su boca Ap 3,14. Efectivamente la indiferencia no va con los planes de Dios, eso parece. Y eso entiendo yo que es la indiferencia, no tener criterios que afirmen o nieguen posturas ideológicas o acontecimientos evidentes que requieran una postura clara de compromiso, para bien o para mal. Nada de tibiezas no, sobre todo cuando los problemas se enquistan y no avanzan. Un castigo, psicológico diría yo, es este mismo, la INDIFERENCIA. Todos tenemos amigos que lo eran, cuando todo nos iba bien, cuando la cosa buena dejó de funcionar bien el cliché que los demás tienen de uno…la amistad se desvanece. Aquí es donde comienza la garra sangrante que arrebata tu alama. Y viene la soledad, el vacío. Lo he vivido después de un problema de salud y lo he visto en otros en el que "nadie mira por nadie", "salvase el que pueda". Con todo esto quería reflexionar y preguntar a la sociedad entera, ¿qué hay de interés profundo y verdadero, en los que nos creemos seguidores de Jesucristo y en los que defendemos los derechos de la Democracia, la libertad e igualdad entre todos, la justicia y los valores humanistas defendidos desde el siglo XIV en Europa?. El otro ser humano o hermano nuestro ¿es nuestro enemigo?, ¿cómo puedo ser INDIFERENTE al otro, cuando defiendo estos grandes valores con mi derecho libre de voto?...La miseria, el hambre, la insolidaridad y las pocas ganas de vivir que arrastra un parado de larga duración es producto, y tengo cereza que así es, de esta sociedad INDIFERENTE, e individualista.