EL VETO

EL VETO Considero, que sería muy interesante, que los políticos, pero en particular una buena parte de la clase política catalana, analizara las consecuencias que puede tener, para las personas, una exposición prolongada al sol. El verano, estación en la que nos encontramos, las playas de las costas de todo el litoral, también el catalán, son ocupadas por un número importante de ciudadanos. Las arenas de las playas son invadidas por miles de personas que buscan una parcela para fundirse con esa arena y darse unos baños de sol. Algo que podría acarrear problemas de salud. La exposición del cuerpo al sol, sin apenas cubrirse el cuerpo, es para los ciudadanos peligroso ya que puede derivar en un deterioro importante de la piel. Siendo preocupante, el tomar el sol de forma algo atípica, las autoridades hasta la fecha no están debatiendo regular o prohibir el permanecer en las playas durante el periodo de primavera verano. Sería descabellado el llevar esta medida a cabo. La respuesta ciudadana contra la regulación o prohibición sería muy seria e importante. Con el añadido que las repercusiones económicas serían desastrosas. Un país, como el nuestro, donde el turismo, de sol y playa, es un pilar fundamental para nuestra económía, las medidas que se tomaran, con respecto a la ocupación de las playas, sería un durísimo golpe para las arcas, tanto de la administración, como de los particulares. Con todo esto deberíamos estar vigilantes al Parlamento catalán. El veto impuesto a las corridas de toros a nadie le sorprendería que tubiera una continuidad y la siguiente prohibición sería el uso de las playas. Algo que por otra parte entraría dentro de la lógica política del gobierno catalán. Si se protege a un animal, el toro, con mayor motivo se protegería a la salud de los ciudadanos. La deriva catalanista nos puede dar grandes tardes, el tiempo nos lo dirá.