LA SOCIEDAD

LA SOCIEDAD Las sociedad está realizando una mutación en las relaciones entre las personas. Las nuevas tecnologías han mejorado la calidad de vida de los ciudadanos, pero con un coste muy importante, la desafección a los valores esenciales de la propia sociedad. El avance que está trasformando a la sociedad deja unos posos nocivos que se pueden convertir en efectos perversos. La evolución que se está experimentando en los últimos años crea individuos encerrados en si mismos. Estamos en la fase del vaciado personal y social muy avanzado. Vamos camino de hacer del individualismo una virtud, una cultura. El sistema educativo tampoco ayudada. La educación en nuestro país ha perdido la virtud de fomentar los valores tradicionales en los que se sustenta esta sociedad y que han sido trasmitidos hasta los años sesenta y setenta. Palabras como solidaridad, familia, religión, han pasado al diccionario de la demagogia, del olvido. Se han prostituido los pilares de la sociedad. El deterioro social en el que estamos embarcados hace que emerjan individuos amantes del sistema insensible y sin alma . Deben crearse mediadores, afirman. Es decir personajes que sustituyen las responsabilidades del hombre y a su vez se establecen en las cercanías de los presupuestos de las institucines. Son individuos cuya labor es envolver a los ciudadanos en palabras y palabras. Son instrumentos que contribuyen a suministrar anestesia a la sociedad. Es momento de abrir los ojos y apartar cualquier tutela. No debemos continuar dejando en manos de extraños una labor que nos corresponde realizar a los ciudadanos. Tenemos que afrontar nuestras responsabilidades. Estamos en la obligación de resolver nuestros problemas. Reorientar nuestro futuro debe ser el principal objetivo. Una sociedad madura es una sociedad amante de los valores tradicionales. El esfuerzo, la piedad o la familia, son los que nos han llevado a crear una sociedad más justa y respetuosa. Tenemos el camino trazado, sigámoslo.