Diario de León
Publicado por
JOAQUÍN TOMÁS FORTUNATI CENDRERO
León

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Cafres A veces, en esta sociedad tan avanzada uno se pregunta cómo pueden suceder cosas tan primitivas como las que vemos todos los días en todos los medios de comunicación. La sociedad del bienestar, sobre todo para los que han entendido que hay que forrarse en el menor tiempo posible, a veces nos sorprende con noticias como que unos jóvenes, no choricillos, sino de buena posición, rocían de gasolina y posteriormente queman a una indigente que dormía en un cajero o violan a una menor, asesinándola después. Estos jóvenes que no han sufrido prácticamente nada y han tenido una vida muelle desde que nacieron porque para eso están sus papás que les quitan todos los golpes que les puedan venir. Está demostrado que en esta vida el que quiera conseguir algo tiene que sufrir y el que no sufre y consigue las cosas importantes fácilmente, no le da valor puesto que no le ha costado lo más mínimo conseguirlas. Pues bien, hay una serie de niños acomodados, productos de esta sociedad que los pobrecitos de alma están aburridos y sobre todo por las noches se buscan unas distracciones de lo más divertidas. La última hazaña de estos niñatos ha sido la agresión contra la Plaza de España de Sevilla. Hacía apenas quince días que estaba restaurada y había quedado preciosa, casi como estaba antes de que las hordas modernas la arrasaran. Hay un síntoma que denota que un país va mal, y es el hecho que sus habitantes no sepan respetar las obras de arte que posee. Hoy día, los niños y adolescentes salen de sus respectivos centros sin casi saber nada de nada, los niveles educativos están tan bajos que apenas salen leyendo y escribiendo mal, es decir salen medio analfabetos, y cuando van a los institutos y se les obliga un poquito más, como el esfuerzo brilla por su ausencia, el fracaso está asegurado, por lo tanto no se le pueden pedir peras al olmo y esperar que encima sepan respetar una obra de arte y mucho menos apreciarla. En esta sociedad de la poca vergüenza y del botellón, la educación ha pasado a un plano totalmente olvidado y ya se sabe que un pueblo que no tiene educación no va a ningún sitio. Hoy día con las necesidades que nos hemos creado, los padres que todavía no están separados ni divorciados, que cada vez son menos, tienen que estar currando casi todo el día fuera de casa y por lo tanto la educación que antes se daba en casa, ha pasado a mejor vida. Los niños pasan en el colegio muchísimas horas y los maestros demasiado tienen con tratar de enseñar lo más básico de cada asignatura y por supuesto, la educación ni se toca. Y así nos luce el pelo, que cualquier gurripato se te encabrita en el momento que no consiga su propósito y te forma una de armas tomar. Pienso que solo tenemos lo que nos merecemos y lo que nos hemos buscado. De todas formas otro gallo nos cantaría si le hiciéramos caso a Turgot con su famoso dicho: El principio de la educación es predicar con el ejemplo. Joaquín Tomás Fortunati Cendrero

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