IGUALDAD

IGUALDAD La demagogia y el sectarismo es una mezcla muy explosiva cuando se habla de la violencia de género. No todo vale cuando se trata de corregir actitudes violentas que son cometidas no solo por el hombre si no que la mujer también está incorporándose a ser parte activa de la violencia. Las estadisticas indican que es el varón el que comete un mayor número de agresiones hacia la mujer, pero sería un error cerrar los ojos hacia la violencia que la mujer está llevando a cabo. También las estadísticas nos señalan que los hombres están muriendo por las actitudes violentas de las mujeres. Más de una treintena murieron el pasado año sin que el antiguo ministerio de igualdad recogiera los datos en su página informativa de internet. Si buscamos la igualdad y por tanto la justicia social no debemos olvidar todo cuanto ocurre en la sociedad. La cultura y los valores un tanto desfasados han sido superados por la generación de los años sesenta. No podemos seguir anclados en los principios y valores que nuestros padres defendían con respecto al lugar que debería ocupar la mujer en la sociedad. La generación en la que nos encontramos lleva más de treninta años viviendo en democracia tiempo suficiente para limar ciertos principios trasnochados. Hemos avanzado mucho en estos últimos años y la reespuesta es la reacción de la sociedad hacia la violencia. Las denuncias es el fruto del esfuerzo de la sociedad por tratar de rectificar los errores que se han ido cometiendo, pero queda aún mucho por recorrer. Un camino que pasa por sacar a la luz el maltrato que se ejerce hacia el hombre. De seguir cerrando los ojos ante una realidad será el fracaso de la sociedad.