No paremos el progreso de León

Leo con pesar el artículo que D. Pedro Vizcay realiza sobre la "Polémica ley de pesca". Desde el respeto a las ideas del autor del escrito, quisiera comentar la congoja que me recorre cuando leo entre líneas opiniones ancladas en tiempos de antaño, que mejor no recordarlos. Esta oratoria de falsa liturgia, llena de "mis derechos" y de ninguna de "mis obligaciones", lo único que consigue es arrojar piedras en la mente de los lectores, en forma de ideas arcaicas para intentar detener el progreso medioambiental de León. La razón de dar mi punto de vista, es debido a que llevo esta tierra en el corazón desde hace 25 años, donde por motivos laborales tuve la gran suerte de ir a encontrarme, halle una ciudad maravillosa que me abrió sus puertas, con gente amable, culta, educada y sincera, de las cuales me digno hoy en día de compartir su amistad. Conocí sus pueblos, valles, montañas y riberas, los cuales visito todos los años. Por todo esto y mas quiero unos ríos con vida, aguas de calidad y truchas autóctonas y ayudare en todo lo que pueda para que esta tierra sea un referente para la pesca de salmónidos a nivel nacional y europeo. Que mal suena la palabra MATAR, como se puede denominar tradición culinaria a lo que era una forma de parar el hambre del núcleo familiar, ahora estamos en otros tiempos, en el siglo XXI, aunque alguno no lo quiera entender. Se hace necesario que la sociedad avance hacia una modernidad bien entendida, con el respeto mas profundo a nuestros mayores y su tradiciones, pero sin MATAR. Quiero un buen futuro para León., un sitio donde ir, vivir, amar, crear una familia y todo esto pasa por potenciar corrientes positivas de ideas que construyan puentes de civilización y cultura, que sirvan para potenciar al máximo todos y cada uno de los recursos de forma sostenible, entre ellos el enorme potencial de sus elementos naturalísticos y paisajísticos con la que esta dotada esta entrañable tierra y esto pasa por evitar que un solo pescador con la legislación actual se le de la oportunidad de poder llegar a MATAR 340 truchas durante la temporada hábil de pesca, en unas aguas que son las de todos. Efectivamente, como indica el Sr. Vizcay, exijamos unos índices de calidad de aguas que mantengan con vida a sus habitantes, pero además... paremos las concesiones hidroeléctricas, los vertidos, protejamos los bosques de ribera, revisemos la utilidad de las escolleras, adecuemos los caudales aguas abajo de los embalses, las derivaciones ilegales del cauce, revisemos todas las presas y eliminación de las obsoletas. Muchas cosas que mejorar, pero empecemos arrimando el hombro para que esta nueva ley de Pesca de Castilla y León salga a la luz de la mejor forma posible, desde las diferentes aportaciones al borrador y olvidándonos todos de "nuestros derechos". Pensando en la mejora de nuestros ecosistemas fluviales, que será el mayor patrimonio que podemos dejar para nuestras futuras generaciones. El colectivo de pescadores, todos sin distinción, sin etiquetas, tenemos que ser los primeros en dar ejemplo de lo que queremos nuestros ríos, reduciendo nuestras capturas al máximo, esto nos dará sólidos argumentos ante la administración y otros agentes implicados para reivindicar una mejor calidad de riberas, cauces y especies que en ellas habitan. No dividamos, nos une una misma pasión, avancemos por León.